Los monstruos de colores


                        

Estas navidades el segundo ciclo del CEIP Josefina Pascual tuvo la oportunidad de participar en la Cabalgata de Reyes Magos, en la carroza del Monstruo de Colores.

                                       

Fue una experiencia inolvidable, y decidimos continuarla durante el mes de Enero eligiendo como lectura del mes "El Monstruo de Colores", de Anna Llenas, que nos serviría para trabajar la gestión de emociones y el día de la Paz.

Nuestro trabajo empezó con un cuentacuentos. Nuestra compañera Martina nos trajo una preciosa edición del libro con desplegables y nos contó la historia. Luego leímos el libro de forma colectiva y realizamos una tertulia literaria donde hablamos de las distintas emociones, de otras emociones que no aparecen en el libro, de qué colores nos sugiere cada emoción, de cómo se puede pasar de una emoción a otra.

Creamos nuestros propios monstruos de colores y reflexionamos sobre qué color nos identificaba más y por qué, partiendo de los colores que aparecen en el cuento pero abriendo la posibilidad de que se eligieran otros colores u otras asociaciones. Expusimos oralmente nuestros trabajos y comprobamos que un mismo color representaba emociones diferentes para diferentes personas: aunque el rojo representaba la rabia en el libro, para un alumno futbolista representaba el compañerismo  porque le recordaba a la equipación de su equipo, hubo quien se identificaba con dos colores o quien inventó un nuevo color para expresar mejor cómo se siente normalmente.

Para el día de la Paz llenamos nuestra paloma de pequeños monstruos de colores que nos representaban, escribiendo dentro cómo podemos crear la paz a nuestro alrededor cada día. Incluso los monstruos rojos pueden crear paz aprendiendo a calmarse y pasar a una emoción más positiva. Como ayuda para entender cómo pasar de una emoción a otra creamos en equipo nuestras botellas de emociones; cada equipo rellenó una botella con todo lo que encontró por la clase de ese color. Fue un momento muy divertido.

 


  En equipo, trabajamos la escritura creativa partiendo de la idea de que los monstruos de colores vinieran  a la escuela. ¿Qué haríamos? Con todas las ideas construimos colectivamente un cuento, que titulamos  "Los Monstruos de Colores". 

Partiendo de esta historia hicimos un juego dramático de teatro improvisado y lo grabamos en una minipelícula. Nos divertimos muchísimo y aprendimos a gestionar mejor nuestras emociones y entender que nadie es de un solo color o siente una sola emoción todo el tiempo,  que es posible pasar a emociones más positivas cuando no nos sentimos bien y que todos somos un poco monstruos de colores y lo que estamos sintiendo en un momento dado no cambia lo que somos ni disminuye nuestro valor.

Aquí podéis ver nuestra minipelícula "Los monstruos de colores":


Finalmente, hicimos una exposición con nuestros trabajos sobre "El monstruo de colores" y los disfraces de monstruos que crearon nuestras familias para la cabalgata, y que nos sirvieron también para nuestra minipelícula.

  


Este es nuestro cuento:

"LOS MONSTRUOS DE COLORES"

Unas extrañas naves se acercan a la Tierra desde el espacio. Vienen del planeta de las emociones, llamado Monstruoland. Están llenas de monstruos de colores. Al atravesar un portal las naves se aceleran y pierden el control, acabando estrellándose en Cádiz, en un colegio llamado Josefina Pascual. 

 

Después del choque algunos monstruos protestaban muy enfadados, otros lloraban tristes porque las naves se habían roto, otros estaban asustados porque no conocían ese mundo, algunos estaban muy alegres por conocer un lugar nuevo, otros miraban alrededor con mucho amor, y algunos se sentaban a calmarse haciendo posturas de monstruoyoga.

 

Los niños del cole al escuchar el escándalo se habían escondido en el armario y debajo de las mesas, pero al ver la que habían liado salen y se ponen a discutir con ellos. Algunos monstruos se fueron a presentar pero con todo el lío nadie se enteraba de nada. 

                                               

Unas niñas les ayudan a reconocer y ordenar sus emociones, y les explican cómo guardarlas en las botellas de emociones y cómo pasar de una emoción a otra. 

Los monstruos rojos, azules y negros se van convirtiendo en amarillos o verdes y rosas. A veces vuelven a enfadarse, pero ya saben el truco para volver a la calma, el amor y la alegría. Cuando a uno se le olvida y no consigue salir de su rabia los demás se lo recuerdan. 

Ahora ya pueden presentarse y explicar su historia. En su planeta, los monstruos azules se sentían muy tristes porque los rojos estaban enfadados y no querían hablarles, los negros tenían tanto miedo que vivían siempre escondidos. Los amarillos eran muy alegres pero no sabían cómo ayudar a los otros, los rosa les tenían cariño pero tampoco encontraban la forma de demostrárselo. Los verdes estaban calmados pero no se acercaban al resto.

Los niños comprenden que en realidad todos se sentían muy solos y no sabían relacionarse, les explican que necesitan aprender a hacer amigos, y les cuentan lo bien que se lo pasan en su cole, en las plazoletas, en La Caleta, en el parque, en Carnavales... 

                                       

Los monstruos se reúnen y, como se sienten muy felices aquí, deciden quedarse en Cádiz, y venir a la escuela para seguir aprendiendo a hacer amigos y tantas otras cosas.


Al cabo de un tiempo consiguieron arreglar sus naves, que tenían escondidas en el cole, y de vez en cuando se llevaban a sus amigos humanos a pasear por el espacio y conocer nuevos mundos.



Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Esperamos que nuestro trabajo os haya gustado.




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